SITUACIÓN REAL: Una pareja de ancianos, Marta Aguilera y Antonio García, tienen un hijo, el cual les pide que lo avalen. Ellos aceptan pero, lo que cobraban de jubilación cada vez iba siendo menos. Se ven en la situación de no poder pagar la otra casa así que el banco les quita las dos casas, más lo que tenían dentro. Ahora los abuelos y el hijo viven en un piso del IBIMA.
PENSAR ANTES DE ACTUAR
Marcos, un trabajador del sector de la hostelería, se ha casado y está pensando en comprar una casa.
Los padres de Marcos, jubilados, tienen ingresos de 1600 euros entre los dos. No viven de forma lujosa, pero con lo que tienen les da para vivir bien. Tienen una casa en Albacete, con un pequeño huerto donde cultivan sus verduras.
Marcos y su mujer, Gloria, están muy ilusionados con la idea de tener una casa, donde nacerán y crecerán sus hijos. Pero algo parece que les quita esa ilusión: con el sueldo de Gloria y Marcos, por mucho que ahorren no les llega para comprar el piso. Así que empiezan a pensar en alternativas para cumplir su objetivo. Para ello se acercan a su banco y piden que los asesoren. En el banco se les muestra varias opciones para conseguir la casa, entre ellas están un préstamo hipotecario, avales… Les explican en qué consiste cada cosa y se deciden por el aval.
Tras haber resuelto este problema se les añade otro ¿quién estaría dispuesto a avalarlos? Tras varios días de meditación, llegan a la conclusión de que les podría avalar los padres de Marcos.
El 12 de marzo de 2012 Marcos y Gloria deciden ir a casa los abuelos para contarles la idea que han tenido. Ante esto los abuelos se lo piensan, porque sus bienes estarían en riesgo. Tras seis horas de diálogo, los abuelos deciden avalarles.
El 3 de abril del mismo año van al banco, el matrimonio y los abuelos. Aquí se llevan a cabo todos los trámites.
Para mejorar las cosas, el banco les envía una carta diciendo que hay un retraso en los pagos de la casa.
La familia intenta estar al corriente de pago, pero esto no es suficiente. A pesar de sus esfuerzos no consiguen estar al corriente, de hecho el retraso con los pagos va en aumento.
El banco les envía una carta donde se explica que se procederán a la expropiación de las viviendas si la falta de pago continúa.
Finalmente les quitan las casas, el coche y todo lo que tienen para poder saldar la deuda, la cual iba aumentando con el tipo de interés, que a su vez aumentaba a medida que el periodo del impago era cada vez más largo.
La familia García se queda en la calle.
Marcos pide perdón a sus padres por haberles quitado aquello por lo que tanto habían trabajado.
Comienza la movilización de la familia para conseguir nuevamente un hogar. Tras varios meses de exhausta búsqueda y decepciones, el Estado les concede a los abuelos un piso, que solo tendrán 450 euros.
Toda la familia García por el momento está viviendo ahí. El marido ha conseguido un nuevo trabajo como repartidor de pizzas y la mujer trabaja en la limpieza. Pero tendrán que apretujarse un poco más, ya que ya está de camino el nuevo integrante de la familia.
Mayorga Aguirre Ingrid
Curso: 1º bachillerato P
No hay comentarios:
Publicar un comentario