Situación real:
Hace unos años mi hermano tenia un contrato de móvil en una compañía de teléfono, el pago mensual era de 35-40 euros y mi padre en la misma compañía por 20-25 euros. Por cuestiones económicas de mi familia era necesario cambiar la tarifa a una de menos coste hasta que se terminase la permanencia y poder darse de baja (quedaban 2 o 3 meses) y al realizar el cambio de tarifa y después que la teleoperadora nos asegurara que no supondría ningún gasto adicional, ni cambio en la duración de la permanencia, resulta que había cobrado 80/100 euros por cada línea y aumentado la permanencia 12 meses, puede que no sea una cantidad o problema "significativo" pero en ese momento debido a la situación económica que teníamos fue un gasto importante en ese mes y la permanencia lo convirtió en un gasto del que no podíamos prescindir.
EL PEQUEÑO ABOGADO
Mario era un joven de 16 años que venia de una familia humilde pero como cualquier chaval tenía muchos caprichos. Todos sus amigos tenían móviles y él quería uno. Sus padres cuando encontraron un trabajo estable decidieron regalarle uno de los mejores móviles del mercado contratando una tarifa en la compañía SAMCO, una empresa que atravesaba problemas financieros en los últimos tiempos.
Se lo regalaron en su cumpleaños, todo iba de maravilla. Pasó un año hasta que la empresa en la que trabajaban sus padres cerró, encontrar trabajo era difícil y entonces se vieron obligados a cambiar la tarifa por una menor hasta poder eliminar ese gasto, pero fueron engañados por SAMCO y aparte de cobrarles 100 euros por el cambio de tarifa, también les aumentaron la permanencia.
Mario veía la preocupación de su familia, ya que ese gasto hacía que tuviesen que prescindir de cosas mucho más importantes que el móvil, él era un joven que se le daba bastante bien estudiar, sacaba buenas notas y tenía mucha curiosidad por aprender cosas nuevas. Además desde pequeño quería ser abogado, estaba seguro que podía hacer algo al respecto, que no eran los únicos a los que esta compañía se la había jugado, así que buscando en internet encontró decenas de casos parecidos al suyo. A pesar de su edad él ya sabía mucho sobre leyes y pasos a seguir para interponer una demanda. Necesitaba pruebas del engaño que hacia SAMCO a sus clientes, así que un amigo de su instituto llamado Juan le ofreció ayuda ya que sus padres tenían desde hace tiempo un contrato con dicha compañía. Decidió ir a su casa a hablar con el padre de Juan e idear el sencillo plan, el llamaría para cambiar la tarifa, preguntaría varias veces si esto no supondría un gasto adicional o aumento de la permanencia, a lo que la teleoperadora respondería que "No" en todas las ocasiones. Todo esto lo grabaría y ya tendrían la prueba. Todo salió como planearon. A los pocos días les cobraron 100 euros de penalización y duplicaron la permanencia.
Pero solo con una grabación de un caso en concreto no serviría para nada, así que pidió ayuda a su clase, todos los compañeros harían lo mismo con cualquier persona que conociera que tuviesen contratado servicio con SAMCO. Al ver la idea y la situación de la familia de Mario, los padres de los alumnos también se sumaron a la ayuda. Con el paso de los días consiguieron suficientes grabaciones para realizar la demanda colectiva. La justicia les dio la razón y obligo a SAMCO a pagar una cantidad a cada cliente al que habían estafado. La compañía quebró y fue comprada por una más grande llamada GADDER. El presidente de esta compañía al conocer toda la historia se quedó asombrado por el trabajo llevado a cabo de Mario, al sentirse apenado por la situación de la familia del joven, ofreció un contrato fijo a sus padres dentro de GADDER.
Esta demanda fue noticia en todos los periódicos, un niño de solo 16 años había llevado a la quiebra a una compañía.
Nombre: Rodrigo Argumedo González
Curso: 1º P
IES: Santa Teresa de Jesús
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