lunes, 18 de mayo de 2015

Quien no arriesga, no gana


DIFICULTAD FINANCIERA.

Situación real.
Una pareja compró un local en un pueblo, donde puso en marcha su propio restaurante. Las cosas les fueron muy bien y decidieron ampliar el local. Entonces llegó la crisis, lo que hizo que mucha menos gente fuera hasta ese pueblo, de forma que su restaurante perdió muchos de sus clientes, y los que seguían yendo, ya no se podían permitir gastarse tanto como antes, de forma que a pareja tuvo que vender primero una parte del local, haciendo más pequeño su restaurante y, finalmente vender su local y alquilárselo a la misma persona a la que se la habían vendido porque no podían hacer frente a los gastos que suponía el local.


QUIEN NO ARRIESGA NO GANA.
Hace no más de 25 años una pareja de jóvenes recién casados a los que no les faltaba el dinero, decidieron cumplir su sueño de irse a vivir a la sierra y, aprovechando que a ambos se les daba muy bien la cocina, decidieron abrir su propio restaurante.
En un primer momento no fue más que un pequeño restaurante, pero las cosas cada vez les iban mejor, poco a poco, y con mucho trabajo consiguieron comprar un local anexo al suyo para ampliar el comedor. Mucha gente iba a su restaurante, aunque apenas tenían tiempo libre. Durante estos años, la pareja tuvo dos hijos, que vivieron gran parte de su infancia con sus abuelos, ya que la pareja no tenía tiempo para los niños y el restaurante. Esto provocó que los niños fueran muy dejados en los temas escolares y que ninguno de los dos llegara a terminar el instituto.
Wikimedia Commons
Pero lentamente las cosas dejaron de ir tan bien para los jóvenes, el padre de la chica falleció repentinamente, y además de la tristeza, gran parte del 'colchón económico' con el que contaba la pareja se fue a pique. Ya no había nadie que les pudiese ayudar si las cosas salían mal, que fue justamente lo que pasó… A partir de la muerte del padre de la joven empezó a brotar la llamada crisis, lentamente la gente tuvo que dejar de frecuentar el restaurante ya que no tenían suficiente dinero como para ir a comer fuera tan a menudo y aunque seguían contando con parte de los clientes asiduos, éstos no generaban ganancias suficientes como para pagar la hipoteca del local y los gastos. Tras mucho meditarlo, decidieron que la mejor elección sería vender la parte del local que habían ampliado anteriormente y conformarse con lo que tenían al principio. Durante los años de prosperidad del restaurante siempre habían podido contratar a camareros, etc. Pero al verse en una situación difícil, económicamente hablando, se vieron obligados a pedir ayuda a sus hijos, lo que fue una de las razones por las que los niños abandonaron el instituto.
Consiguieron mantenerse así un tiempo más, pero las cosas iban cada vez peor, apenas iba gente al restaurante, entre semana no iba nadie y los fines de semana solo cuando hacía buen tiempo. Esto puso a la pareja en una situación extrema. Ellos no tenían casi ingresos y sus hijos tampoco, ya que al no haber estudiado era muy difícil que les contrataran. Finalmente decidieron vender el local a un hombre que les ofrecía alquilárselo para que pudieran seguir con su negocio.
Actualmente la pareja sigue trabajando en su local y lo consiguen mantener, han contratado a un par de camareros ya que su hijo mayor, Javi, se fue a vivir a Inglaterra donde encontró un trabajo e hizo su propia vida allí, se casó y acaba de tener un hijo. Mientras tanto el hijo pequeño, que tiene actualmente 20 años, ha decidido volver a estudiar, ya que no consigue que nadie lo contrate. Si todo va según lo planeado este año se sacará el título de la ESO.

Ana Becerra Fernández.
IES Santa Teresa de Jesús.
1º Bachillerato P.

No hay comentarios:

Publicar un comentario